Terrorismo empresarial: La siniestralidad

Despidos, precariedad, accidentes en el trabajo, son los eslabones de una cadena que comienza por ese mismo orden, y por la necesidad de las empresas de mantener y aumentar los beneficios. Ley, por otra parte, central de la economía capitalista, que le permite funcionar y que lleva a esta locura inhumana de despilfarro de recursos humanos y sociales, para mantener la riqueza y los privilegios de una minoría de poseedores de acciones, grandes empresarios, banqueros, terratenientes y capitalistas en general.
Con nuestro sistema económico actual la única posibilidad de aumentar los beneficios es apropiarse del trabajo humano. Esto, que se concreta en la bajada general de los salarios, se hace teniendo una reserva de trabajadores, los parados, que están a la expectativa de empleo y que compiten con sus compañeros por un puesto de trabajo. Se hace también aumentando los ritmos de trabajo en las empresas. Al despedir parte de la plantilla el trabajador que se queda produce por dos y cobra por uno. Se hace empleando en precario, trabajando más horas por igual o menos salario y en peores condiciones de trabajo. Y se hace teniendo un sector obrero que por necesidad no tiene más remedio que trabajar por el sueldo que le den y que obliga a los demás a competir a la baja.