Horainómanos
Incrementar la productividad y reducir los gastos, son dos de las grandes prioridades de nuestra época, tanto para los trabajadores como para las empresas. El afán por aumentar la remuneración trabajando de más, ha llevado a las personas a descuidar su salud y bienestar, aun sabiendo o ignorando las consecuencias que trae hacerlo. El estrés, la ansiedad, el aumento de peso y la falta de sueño y descanso necesario son sólo algunas de las consecuencias que trae el exceso de trabajo y que termina afectando gravemente la salud de los empleados.
La mayoría de expertos en gestión de Recursos Humanos coinciden en que un total de 40 horas semanales como máximo, idealmente repartidas en 8 diarias de lunes a viernes, es el tiempo indicado, justo y necesario para dedicar al trabajo. Sin embargo, son muchas las personas que deciden destinar mucho más tiempo a trabajar.
Científicos británicos y finlandeses, encontraron una relación directa entre el trabajo extra y la depresión y sus consecuencias en el deterioro de la salud de las personas (estudio realizado durante seis años con 2.123 empleados de entre 35 y 55 años con una buena salud mental): de acuerdo con el informe, los trabajadores con turnos de 11 o más horas al día multiplican por 2,3 a 2,5 su riesgo de padecer una depresión clínica, con respecto a los que tienen una jornada de siete a ocho horas, y encontraron una clara reducción de su bienestar mental y físico.
Las personas que trabajan con jornadas laborales superiores a las 50 horas semanales se consideran adictos al trabajo según los expertos. Son personas que no tienen al bienestar entre sus prioridades y que prefieren un alto desgaste físico y emocional con tal de aumentar sus recursos económicos.
Riesgos añadidos
Nuestra jornada laboral es casi todo el tiempo en forma sedente pero en continua tensión, expuesto a constantes ruidos, vibraciones, malas posiciones y malos tratos a veces de otros conductores como también de los pasajeros que transportamos. Todo esto agravado por tener que recibir y dar dinero para cobrar el pasaje.
Los ruidos de la calle pueden producir alteraciones en nuestro aparato auditivo y las vibraciones afectan a nuestra columna vertebral. Las malas posiciones pueden producir alteraciones de la misma y, por tanto, un cambio de presiones en los discos intervertebrales, que se pueden traducir en dolor e impotencia funcional o hernias de disco. Según los modelos de autobús, disponemos de un espacio reducido que no reúne las condiciones para realizar el trabajo con cierto confort, y además en el interior del vehículo hay continuos cambios de temperatura por la entrada y salida de pasajeros.
En definitiva, nuestro lugar y puesto de trabajo son generadores de patologías y enfermedades profesionales diversas, que es necesario tener en cuenta.
Podemos ser afectados por riesgos físicos como el ruido, las vibraciones, el trabajo a la intemperie, riesgos químicos producidos por el gas carbónico de la combustión del motor. Pero los riesgos que tienen mucha importancia son los riesgos fisiológicos: tales como la fatiga crónica, el aburrimiento, el hastío y los trastornos en el ritmo circadiano por conducir de noche y dormir de día. Puede haber, además, ciertos trastornos abdominales y digestivos por falta de reposo adecuado, exceso de peso por poco gasto energético debido a la escasa actividad física o por demasiada ingesta para mantenernos despiertos cuando conducimos de noche.
Y no olvidemos los riesgos psicológicos: presión de la Empresa por cumplir unos horarios imposibles, presión de los ciudadanos que no tienen el servicio de bus urbano adecuado a las necesidades de esta ciudad, presión durante la conducción debido al tráfico…
Síntomas de exceso laboral
Las señales que indican que te excedes en el tiempo que dedicas al trabajo incluyen aplazar tus horarios normales para alimentación e hidratación o incluso cancelarlos por atender otros pendientes, o dejar de ingerir los alimentos suficientes para el bienestar de nuestro cuerpo. Hacen que perdamos el tiempo necesario para estar con nuestra familia, para recrearnos, para descansar, para atender asuntos personales y generan estrés, insomnio y trastornos graves de salud que pueden afectarnos irreversiblemente.
Las horas extraordinarias son un asunto delicado que debe regularse y controlarse, ya que las consecuencias pueden ser crónicas para la salud mental y física, y afectar permanentemente el bienestar de los empleados. Tome nota señor director de RRHH